El Camino espiritual.

Durante incontables generaciones, el hombre ha buscado la manera de encontrar el Regreso al nuestro hogar, la casa del Gran espíritu.

Durante esta carrera han surgido miles de propuestas espirituales, basadas casi todas ellas, de alguna u otra forma en la perfección del alma humana.

La concepción del alma humana ha tenido muchas reservas, ya que nuestra alma es intangible e invisible a los ojos humanos, pero se puede comprobar sobre su actuar en la vida ordinaria.

A los ojos sensibles de personas que no han perdido la capacidad de ver las diferentes dimensiones de la naturaleza, encuentran al alma humana como una realidad total.

Dicha alma se encuentra en una frecuencia vibratoria diferente a nuestro cuerpo físico, pero no por ello, deja de ser totalmente real.

En ella, se ven todos los matices de nuestra psique, incluyendo a nuestra personalidad y a nuestros defectos psicológicos y virtudes divinas que habitan todas ellas, dentro de los campos de nuestra alma humana.

Cuentan los ancestros de nuestros ancestros, que al principio nuestra alma humana fue concebida y creada por el Gran Espíritu, nuestro Dios Padre, Creador de todo cuanto existe.

La creación de nuestra alma fue hecha en perfección total, siendo una misma parte del Gran espíritu.

Y siendo que el gran espíritu es completamente perfecto, también nuestra alma lo era, justo cuando fue concebida por el gran espíritu.

Una vez que salimos de nuestro hogar, del
Gran Paraíso fuimos perdiendo las virtudes que poseíamos y al perder esas virtudes divinas, nos fuimos transformando en seres humanos paulatinamente hasta llegar a ser lo que ahora somos.


Nuestra alma es un vaso de expresión divina, es como una copa del mas fino cristal, que fue creado para contener al espíritu, que fue depositado ahí para expresar los valores y las virtudes provenientes de nuestro Dios Padre Madre.

Al ir perdiendo dichas virtudes divinas, nos fuimos humanizando y perdiendo capacidades increíbles que poseíamos como seres divinos.

A esto en el mundo espiritual se le llama caer, y muchos de los seres humanos que habitamos la tierra, caímos.

Es por ello, que se dice que somos hechos de barro, que fuimos creados por arcilla.


Porque al caer nos llenamos de lodo de la inmundicia.

Y al llenarnos de ese lodo, este se fue endureciendo en toda nuestra alma hasta quedar totalmente petrificado y pareciera que somos hijos del barro.

Pero no es así, somos seres divinos, Hijos del Gran Espíritu, Creados a partir de su naturaleza divina.

Una naturaleza que hemos olvidado y hemos creído que somos lo que no somos y actuamos como no deberíamos.

Ahora como seres divinos, debemos reconoces nuestra naturaleza sagrada y comenzar a levantarnos del lodo donde nos encontramos.

El lodo es todo lo que vivimos y que no es sano a los ojos del Gran Espíritu.

Son nuestros resentimientos, nuestros celos, tristezas, angustias, sentimientos de culpa, deseos, etc.


La propuesta de autorrealización no es otra cosa que levantarnos del lodo y limpiar nuestra alma de todo lo que no es agradable a la expresión del amor.

Esta es la tarea que ahora nos tiene detenidos en este nido azul.

De este nido azul saldremos cuando hayamos limpiado nuestra alma y expresado al amor en su manera mas sublime.

Si no nos limpiamos escrupulosamente, seguiremos rodando en la rueda del sufrimiento, donde lo hemos estado haciendo durante cientos y cientos de generaciones.

Ahora es tiempo de levantarnos, hijos del Gran Espíritu, Hermanos del Hermano, seres divinos con una misión en la tierra, una única misión, purificarnos hasta alcanzar la perfección de nuestra alma.


Desde le Corazón .

M.V. Cuchampamac.

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