EL GRAN ESPEJO COSMICO.


El gran espejo cósmico es una ley que esta presente y activa en todo el universo.


Esta ley precisa que todo lo que hagamos, en algún momento se nos reflejara.


Esta ley se aplica tanto para lo individual como para lo colectivo.



Es decir, todas las personas estamos sujetas a esta ley.

Todas las familias estamos sujetas a esta extraordinaria ley.

Pueblos, ciudades, países y a nivel cultural también estamos circunscriptos a esta ley.




Hoy en día nadie puede negar esta ley, que esta presente a diario en nuestras vidas y en nuestros pueblos y naciones.

Todo lo que nos pasa en la vida es debido a una decisión que tomamos, que a su vez esta sujeta a esta ley.

Si hemos hecho el bien, desde siempre, hemos de esperar solo el bien, porque hemos de saber que también el bien que hagamos es reflejado en este poderoso espejo cósmico.




Si hacemos el mal de alguna manera o de cualquier forma, en algún momento de nuestra vida hemos de esperar una lección que nos permita aprender para no volver a cometer el mismo error.

Dentro de esta ley cósmica no existe el castigo a nuestra intransigencia de falta de amor.

Dentro de esta ley solo esta presente la enseñanza.



Aquí nadie es castigado, porque nuestro Dios padre todo poderoso no castiga a sus hijos.

Cuando cometemos un error, inmediatamente nuestro padre nos perdona y olvida nuestro error.

Solo que cuando cometemos dicho error, en nuestro corazón queda registrada la falta o el pecado cometido.




Y como nuestro camino en la tierra es un camino de perfeccionamiento, llegara el momento en que tengamos que enfrentarnos a este pecado que cometimos.

Cada pecado que hemos cometido a lo largo y ancho de la historia de nuestra alma, es un escalón que descendemos en la escalera de la vida y nos alejamos cada vez más de nuestro hogar.



De tal forma que cada uno hoy por hoy nos encontramos en un peldaño de esta escalera sagrada.


A esto se le denomina nivel de conciencia.


Cuando hemos decidido transitar por la vía del corazón, se nos prepara internamente para comenzar a subir en la escalera hacia nuestro hogar, hacia el paraíso.


Una vez que estamos preparados internamente se activa de vez en vez el gran espejo cósmico.


Y cuando este se activa vivimos situaciones difíciles que creemos no merecer y sentimos que es un castigo de nuestro Dios, pero que alejados estamos de la realidad, porque la verdad de las cosas es que lo que estamos viviendo es solo lo que de alguna manera nosotros mismos hicimos en el pasado.


Quizás no nos acordemos, porque nuestra alma ha tenido experiencias desde que fue creada, hace ya miles y miles de años.


Pero finalmente todo lo que estamos viviendo en este instante es un proceso de autocuración, es medicina para nuestra alma, es en suma lo que necesitamos para alcanzar nuestra autorrealización.


Cada peldaño que nos falta subir es un pecado que hemos cometido en el pasado.


Cada peldaño que nos falta por subir, es una lección que nos falta por aprender.


Cada peldaño que nos falta por ascender, es un enfrentamiento que tendremos contra nosotros mismos, contra nuestros defectos, contra nuestras sombras personales.



La escalera hacia la divinidad y el gran espejo cósmico, son dos herramientas fundamentales en el proceso del perfeccionamiento de los seres humanos.




Todos hemos cometido errores, todos hemos pecado, todo tenemos en nuestro haber innumerables peldaños que ascender.

Aprender de estas lecciones es morir en si mismo, porque al aprender ascenderás y si asciendes, una parte de ti, morirá.

Al morir en ti mismo, una parte proporcional a la que murió despertará, esta parte que despertó se traduce en amor y conciencia.

Esto es despertar la conciencia.




Nadie puede refutar este proceso, porque es una verdad que la han concido todos los maestros que han estado presentes a lo largo y ancho del planeta en todos tiempos.

Cada pecado que hemos cometido es un error.

Cada falta que hemos cometido es por falta de conciencia.


Y la conciencia se traduce en última instancia en amor.



Por lo tanto aseveramos que cada pecado que tenemos en nuestra vida es por falta de amor, por falta de virtudes.


Y la tarea es recuperar estas virtudes que se encuentran adormecidas, prisioneras en nuestro interior.



Vayamos pues hacia el despertar de nuestro corazón, con fuerza, con valentía, con optimismo, con el corazón en la mano, dispuestos a enfrentar a nuestro peor enemigo, a nosotros mismos.



Así sea por siempre.




Desde el Corazón.
V.M. Cuchampamac.



http://www.corazonesdorados.org/index.htm

"Juntos Construyendo una nueva cultura, La del Gran Padre Madre, El Creador de Todo Cuanto Existe"
LA CULTURA DEL AMOR.

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